¿De quién es el mérito?
Siempre me llamó la atención una poesía para niños llamada El pequeño Jack Horner: «El pequeño Jack Horner está sentado en el rincón, comiendo un pastel de Navidad. Mete un dedo en el pastel, saca una ciruela y dice: “¡Qué niño bueno que soy!”».
El recogedor
La vida es una empresa riesgosa. A veces, volamos alto mientras disfrutamos de grandes éxitos. Pero, de pronto, caemos en profundas desilusiones y en la inquietante realidad del fracaso que hacen que nos preguntemos interiormente si hay algo que valga la pena anhelar.
Manejar con cuidado
Vivimos en una sociedad invadida de señales de advertencia. Desde los descargos de responsabilidades en píldoras, las fechas de vencimiento en sobres de sopa, hasta los indicadores de peligro en sierras eléctricas, estas etiquetas procuran evitar peligros latentes. Hace poco, recibí una caja con un precioso regalo. El envoltorio tenía una enorme etiqueta adhesiva roja que decía: Frágil; manejar con cuidado. Cuando pienso en la fragilidad de la vida, me pregunto si no deberíamos colocarnos todos uno de esos adhesivos colorados.
De otra clase
En la trilogía de la Guerra de las galaxias hay una escena que me recuerda a algunas personas de la iglesia. En un establecimiento de algún rincón remoto de la galaxia, unas criaturas de aspecto grotesco comparten música y comida. Cuando Lucas Skywalker entra con sus dos droides, C3PO y R2D2 (que son más «normales» que los otros), sorprendentemente lo rechazan con un cortante desplante: «¡Aquí no atendemos seres de esa clase!».
Remedio para el miedo
En su discurso inaugural, en 1933, Franklin D. Roosevelt, el recién elegido presidente de los Estados Unidos, se dirigió a la nación que aún no se había recuperado de la Gran Depresión. Esperando despertar una perspectiva más optimista en cuanto a la crisis económica, declaró: «¡A lo único que tenemos que tenerle miedo es al miedo!».
Grande es tu recompensa
Muchas empresas tienen un «programa de puntos» que ofrece premios a los clientes fieles. Puedes canjear esos puntos usando servicios de la compañía, tales como comer en restaurantes locales, alojarte en ciertos hoteles o volar en determinadas aerolíneas. Usar tu dinero de esta manera es una elección muy razonable.
Bendice las interrupciones
Si tu vida se parece un poco a la mía, estará bastante bien planificada. Tengo un calendario que me recuerda las citas, las reuniones y otras actividades que debo realizar. Inevitablemente, las interrupciones me cambian el día de manera dramática; y aunque pueden ser frustrantes, también tienen su lado positivo.
Preparémonos
¡Feliz año nuevo! Expectante ante lo que probablemente traiga este nuevo año, no puedo evitar pensar si en el 2012 volverá el Señor Jesús. Pero, después, me pregunto si estoy preparado.
El Dios perseguidor
El pastor Tim Keller, de una iglesia presbiteriana de Manhattan, en Nueva York, señala acertadamente que el cristianismo se caracteriza entre todas las religiones porque se trata de un Dios que nos persigue para que nos acerquemos a Él. En todos los otros sistemas religiosos, las personas persiguen a su dios, con la esperanza de que este las acepte por su buena conducta, el cumplimiento de rituales, las buenas obras y otros esfuerzos personales.
Situación riesgosa
En alguna de las tarjetas de Navidad que recibas este año, sin duda habrá un hombre de pie, al fondo, mirando por encima del hombro de María, el cual muestra un notorio interés por el niño Jesús. Se llama José. Después de terminado el relato del nacimiento, no se vuelve a oír mucho de él. Si no conociéramos la historia, pensaríamos que era un espectador insignificante o, a lo sumo, una mera necesidad para validar el derecho de Jesús al trono de David.